Mesa 5: Presentaciones de doctorantes y maestreantes

Paulo Leal: “Las economías Latinoamericanas ante las transformaciones del Orden Monetario Mundial”

Leal establece que para entender lo que está pasando en las economías financieras latinoamericanas es necesario contemplar el largo y no lineal proceso de hegemonía de Estados Unidos. La declinación de la hegemonía estadounidense la mide a partir de: el deterioro de su producción manufacturera; el incremento de su consumo al crédito; y su déficit crónico en su cuenta corriente.

Existe una coyuntura favorable de Estados Unidos en términos de su recuperación económica, caída en los precios de las commodities y una mayor atracción de los flujos financieros dada las altas tasas de interés. No obstante, este incremento ha afectado la inversión productiva, generando una fuerte apreciación del dólar frente a todas las monedas.

Esta coyuntura favorable ha impactado de manera importante en el mercado cambiario los países de América Latina. En Colombia se ha vivido una importante devaluación de su moneda; en Brasil, la devaluación también ha sido importante, pero los grandes montos de reservas le han permitido al Banco central brasileño intervenir en el mercado cambiario a fin de evitar que siga cayendo la moneda con respecto al dólar; en Argentina, su nivel de reservas ha caído y su devaluación ha incrementado. Finalmente, en México, el peso se ha devaluado ante su dependencia con Estados Unidos.

Afirma que un futuro incremento de la tasa de interés en los Estados Unidos podría afectar a las economías latinoamericanas pero fortalecería al dólar norteamericano. Los posibles escenarios que se vislumbran son: la de crear un nuevo orden multipolar expresado en monedas regionales o la de una fuerte revaluación del dólar que genere una importante devaluación de las monedas latinoamericanas.

Jennifer Alvarado: “El resurgimiento de la política industrial”

Alvarado plantea que durante años recientes las políticas industriales han resurgido debido a que la estrategia de desarrollo basada en la estabilidad macroeconómica no ha garantizado un crecimiento económico sostenible e incluyente, éste requiere de aumentos sostenidos en la productividad y muchos países han apostado a la implementación de políticas industriales activas que han favorecido un desarrollo económico a largo plazo basado en el cambio estructural y en el caso de América Latina han colocado al sector productivo en desventaja dentro de la competencia internacional.

En América Latina, persisten los modelos basados en la exportación de recursos naturales o en la disponibilidad de mano de obra de bajo costo, lo que ha puesto en debate la utilidad de las políticas industriales para desencadenar procesos de dinamización en sectores donde la innovación es importante.

Alvarado le da un papel importante al Estado dentro de su definición de política Industrial como aquel que debe aplicar instrumentos que promuevan y fortalezcan actividades específicas o agentes económicos basados en las prioridades de desarrollo nacional.

También hace una clasificación de los posibles instrumentos de política y de las políticas industriales que, de acuerdo a su estrategia de desarrollo y sin apegarse estrictamente a alguno, los países pueden elegir. Ejemplifica la experiencia de países del este de Asia; quienes apostaron a la aplicación de instrumentos de política industrial con participación activa del gobierno, combinada con un buen manejo macroeconómico y un desarrollo institucional, para impulsar progreso económico e industrial, destacando el caso de los tigres o dragones asiáticos cuya estrategia ha provocado debates académicos sobre el éxito que éstas economías han tenido.

Santiago Juncal: “El Mercosur en el siglo XXI: Integración productiva y proyección internacional de un bloque en conflicto"

En el marco de la nueva etapa histórica del capitalismo y del desacople de las capacidades de innovación y producción en las cadenas globales de valor, Juncal expone la creación de nuevas instancias de coordinación y programas que busquen fomentar las capacidades productivas y de innovación dentro de los países miembros del MERCOSUR. Subraya el intento por avanzar en proyectos quinquenales de ciencia, tecnología e innovación; sin embargo, destaca la discontinuidad en materia de diseño e implementación de ciertos programas. En materia de articulación entre políticas de innovación y políticas de desarrollo de capacidades productivas, Juncal ve un intento de articulación reciente, pero un directo abandono de proyectos. Asimismo, reconoce que la creación de la UNASUR es únicamente político ante la falta de señales fuertes de complementación entre acciones del MERCOSUR y la UNASUR; los avances son poco significativos.

Por otro lado, expone que existe una clara ausencia estratégica con China que profundiza las asimetrías existentes. Argumenta que hasta la fecha ningún gobierno discute y negocia esta inserción en forma conjunta.

Además, menciona que hace falta un concepto común de integración regional, no hay una visión sudamericana compartida sobre la integración y esto se refleja en la proliferación de nuevos organismos como la CELAC y el ALBA.

Identifica la incorporación de la temática productiva y científica de las agendas productivas-científicas en el MERCOSUR pero con defectos de diseño e implementación, sin avances en cadenas de valor global o en formación de cadenas de valor regional específicas. En este marco, existe una contradicción entre los intentos de autonomía frente a Estados Unidos y la ausencia de una estrategia conjunta frente a China, en donde Brasil sale favorecido.

Juncal concluye que el deterioro económico general y las crisis políticas que están ocurriendo, fundamentalmente en Venezuela y Brasil, son resultado de un proceso de integración inestable.

José Montoya: “Estudio del proyecto histórico del FMLN a partir del primer gobierno de izquierda en El Salvador de la posguerra”

José Montoya explica que a partir de la llegada al poder en 2009 de Mauricio Funes Cartagena, se da en El Salvador una ruptura con el, hasta entonces, partido hegemónico Alianza Republicana Nacionalista y a partir de ese momento debió decidirse qué vía de desarrollo adoptaría el país planteándose dos frentes extremos de la experiencia Latinoamericana de izquierda, Brasil y Venezuela.

Se optó por la vía brasileña cuyos objetivos eran, entre otros, universalizar e institucionalizar el derecho a la ciudadanía, la inclusión social, practicar una macroeconomía y un financiamiento para el desarrollo garantizando objetivos de estabilidad macroeconómica y crecimiento con distribución del ingreso, etc.

Los resultados demuestran que han habido avances importantes en la disminución de los niveles de desigualdad, pobreza e indigencia; sin embargo, a diferencia de la vía brasileña, El Salvador es un país con recursos limitados pues no cuenta con los recursos económicos provenientes de la renta de los recursos naturales y mantiene un acuerdo político frágil que se debilita con cada aprobación de presupuesto, llevando al país a una crisis que se profundice cada vez más.

Se consolida así, paulatinamente, una tendencia histórica en el país; pues a pesar de que hay un intento de salir de una dominación económica hegemónica, existe la necesidad de recursos y se depende cada vez más de los créditos, esto genera la incapacidad del gobierno para plantear una vía de desarrollo autónoma, basada en recursos propios, y en su lugar pareciera que paulatinamente se da la consolidación de una estrategia estadounidense de expansión de sus intereses.

Saira Barrera: “¿Es la industrialización neodesarrollista una opción viable para el El Salvador posneoliberal?”

Saira Barrera trata de responder a la pregunta de si la Industrialización neodesarrollista es una opción viable para El Salvador posneoliberal. Explica que en 1992, tras el conflicto civil, se dieron diversas negociaciones sobre el futuro de El Salvador para conducir al país hacia la pacificación, la democratización y hacía un nuevo desarrollo económico y social. Algunas de ellas fueron la garantía al respeto de los derechos humanos, la creación de la policía nacional civil, etc. Sin embargo, el tema económico no se negoció y se impusieron decisiones sobre planes de ajuste estructural, estabilización económica, la reprivatización de la banca, la apertura comercial, la sustitución del colón por el dólar en la circulación, entre otras.

Para Barrera, en este contexto existen 3 puntos de tangencia con las ideas neodesarrollistas:

1. Que las medidas económicas ortodoxas no han conducido a un desarrollo productivo ni son compatibles con él. 
2. La necesidad y posibilidad de un acuerdo nacional que reúna al gobierno y al sector empresarial para llegar al desarrollo. 
3. La idea de que estado debe ser facilitador del esfuerzo al desarrollo, buscando mayores niveles de eficiencia y competitividad del aparato productivo.

Las condiciones económicas del estado Salvadoreño, explica, están debilitadas, debe pensarse en una vía más allá, y esto implica llevar a cabo proyectos alternativos que a su vez requieren, entre otras cosas, de construir un sustrato social que garantice la reproducción de la fuerza de trabajo, ampliar y democratizar el acceso a las tecnologías, cerrar la brecha campo-ciudad, garantizar el reparto de la ganancia en productividad, evaluar los sistemas de inserción y el papel del Estado.

Paty Montiel: “La problemática del progreso tecnológico y el desarrollo económico latinoamericano en el pensamiento de Raúl Prebisch hoy”

Montiel rescata un conjunto de reflexiones de la arqueología del pensamiento de Prebisch. Su presentación parte de la revisión de cuatro textos que Prebisch escribió lo largo de su pensamiento.

Del texto de 1949 “El desarrollo económico de la América Latina y algunos de sus principales”, identifica al progreso técnico y al incremento de lo productivo como los principales problemas a resolver considerando: el intercambio comercial de la región periférica con el mundo central y la división del trabajo en condiciones nuevas. Apunta que el principal obstáculo de la absorción del progreso técnico es la penetración técnica que modifica la estructura social e impide el desarrollo económico.

En segundo lugar, retomando el trabajo titulado “Hacia un dinámica del desarrollo latinoamericano” (1963). Pone énfasis al progreso técnico dada la premisa falsa del comercio internacional de ventajas comparativas y la estructura social.

En tercer lugar, del informe “Transformación y desarrollo: la gran tarea de América Latina” (1971) recupera las contradicciones de los adelantos científicos y tecnológicos. La necesidad de acelerar el ritmo de desarrollo considerando el grado de dificultad de los países periféricos.

Por último, del documento de 1981 “Capitalismo periférico. Crisis y transformación”, rescata: 1) la técnica es primordial. Conforme se desenvuelven los centros sobrevienen continuas mutaciones en la estructura social como en los países periféricos; 2) se modifican de manera correspondientes las relaciones entre los países periféricos y los centrales, y se observan ciertas constantes; 3) el desarrollo de la periferia se limita a los intereses de los grupos dominantes de los países centrales. Finalmente, destaca que estas características son vigentes ante el tipo de modelo excluyente y conflictivo que aún prevalece.